《Tu estado de ánimo es tu destino》, Heródoto

Es de la manera más inesperada cuando se presentan las situaciones y los seres que transforman nuestra vida. A veces una conversación de unos minutos con una persona, puede ser alguien desconocido a quien no vuelvas a ver más, nos ofrece un mensaje claro y revelador. Eso es lo que hoy me ha ocurrido.

Cuando hice este autorretrato, hace unas semanas, supe que no podía publicarlo hasta un tiempo indefinido porque aún era necesario vivir algo, contar algo a partir de ello.

Creemos, y nos equivocamos, en mi opinión, que somos capaces de controlarlo todo. En mi caso ha sido una constante errónea en mi vida. Lo que sí tengo claro es que es en nuestra actitud y capacidad de creer en lo extraordinario donde todo puede ser posible. Creo profundamente en la Magia y ésta se activa de una manera asombrosa cuando escuchamos a nuestro corazón, cuando le permitimos que sea él quien guíe nuestros pasos, cuando no pretendemos ser otra persona diferente a la que somos en esencia.

Antes de decidirme a escribir esta entrada había pensado de qué manera podía contar lo que me ha sucedido, cómo transmitir la magia del momento, contar la conversación íntegra a modo de diálogo tal cual ha sido. Ahora que escribo, pienso que así no puede ser, que eso me lo guardo para mí, pero lo que sí puedo y quiero compartir es que a veces alguien siente que le estás ayudando sólo escuchando lo que tiene que decir pero no es consciente de que para quien escucha activamente está recibiendo justo lo que necesitaba escuchar. Ahora prefiero escuchar a hablar, observar y luego actuar. Cuando más caótico y difícil se nos pone todo es indicativo claro de que hay que parar, resguardarse y estar en silencio. Eso es lo que quise reflejar en la fotografía.

Ante todo cuanto me ha compartido esta persona de su vida en una mezcla de italiano y español, que me hablaba como si me conociera perfectamente, apenas he podido pronunciar unas pocas palabras (me ha embargado una gran emoción que me ha hecho llorar ante lo que me ha ofrecido sin pedir nada a cambio) ha sido que «me siento agradecida» y «confía». El mensaje más rotundo, por lo que creo que nos hemos encontrado, ha sido: <<No te rindas todavía, espera un poco más. Todo es posible.>>

<<Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida. >>

Con esta cita de Arthur Schnitzler, y con la incertidumbre del cómo pero con la certeza del sí, pongo punto y final a esta entrada.

Puedes ver la fotografía a mayor tamaño en mi página web clicando en ella.

Reflexiones...